Los verano, Manzanillo invita a sumergirse en sus aguas con experiencias que entrelazan naturaleza, deporte y tradición. Una de las rutas imperdibles es el tour en bote a Peña Blanca, donde el mar guía hacia formaciones rocosas que parecen esculpidas por el tiempo. Al llegar, se cruza el Arco de Marco, un pasaje natural en medio del océano que ofrece una vista privilegiada del horizonte. Más adelante, la Virgen de los Pescadores observa serena el ir y venir de quienes se adentran en el mar. El recorrido culmina en el arrecife Carrizales, sitio ideal para practicar esnórquel entre peces multicolores y jardines de coral.
Si se busca una actividad más activa, en Playa Olas Altas se imparten clases de surf para todas las edades y niveles, en un entorno relajado y con instructores locales experimentados. Otra opción es el stand up paddle en Playa La Boquita, cuyas aguas tranquilas son perfectas para remar y descubrir el barco hundido que yace en el fondo de esta playa.
Además de estas competencias y recorridos, Manzanillo ofrece otra forma de conectarse con el mar a través de la pesca. Quienes prefieren la aventura pueden rentar un bote para practicar pesca deportiva mar adentro, mientras que los aficionados a la pesca tranquila hallarán espacios como la escollera de Las Brisas, desde donde se observan los enormes buques que entran y salen del puerto, o el centro de Manzanillo, donde el muelle y los restaurantes cercanos crean un ambiente propicio para lanzar la caña y luego disfrutar de un ceviche, un coctel o simplemente una cerveza helada frente al mar.
Y para quienes prefieren caminar con el océano como guía, también hay rutas de senderismo que regalan vistas y silencios inolvidables. El Cerro de Juluapan, en la zona norte del puerto, ofrece un ascenso entre vegetación costera hasta una antigua casa abandonada con panorámicas a dos bahías; mientras que el Cerro de la Cruz, en pleno centro histórico, lleva a un mirador desde donde se observa el mar, la ciudad y las montañas de Colima bajo la sombra de una cruz blanca que domina el paisaje. Así, entre remos, redes, caminatas y arrecifes, Manzanillo se vive este verano a ritmo de mar.